jueves, 30 de septiembre de 2010

La anciana

¿Quieres que te cuente algo que me ocurrió hoy?

Resulta que iba paseando por la calle y una anciana con la que me he cruzado me ha detenido. Cuando le he preguntado qué quería, se me ha acercado y me ha susurrado algo al oído.

Me ha contado que las pasiones son delirios exacerbados causados por ideales rara vez existentes.
Que las ilusiones son ficciones creadas para poder sentirnos felices.
Que los lamentos nos hacen más fuertes y no existe la alegría sin tristeza.
Que superar las dificultades endurecen nuestro corazón y nos permiten madurar.
Que en el mundo real las noches son mucho más largas que los días, y gracias a eso adoramos los rayos del Sol.
Pero sobre todo, que rendirse no es un opción.

Divagaciones de una vieja resentida con la vida, he pensado yo.

Mientras meditaba sobre ello, se ha separado y ha seguido su camino. Cuando me he dado la vuelta para verla marchar, he descubierto con estupor que allí no había nadie.

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