Fuerza.
Determinación.
Desafío. Porque no es más que un desafío.
Y no siempre se pierde o se gana. A veces es algo de ambos o un poco de ninguno.
Miedo.
Vértigo.
Autocompasión. Mirar hacia la puerta y observar que más allá no hay nada.
No es que no lo haya, sino que no quieres verlo por temor a que no sea lo que esperas.
Cruza la puerta.
Al fin y al cabo es mejor que quedarse esperando eternamente.
Es mejor, pero más difícil...
ResponderEliminarSin lugar a dudas. Y a veces las consecuencias son peores que si no hubieras dado el paso, pero suele ser aún más desagradable el sentimiento que queda al pensar qué habría pasado si lo hubiésemos intentado.
ResponderEliminarPues sí, porque además ese sentimiento no se va nunca y cada cierto tiempo vuelves a pensar en todo, en lo que podrías haber hecho y no hiciste... mejor lanzarse, y que sea lo que tenga que ser.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Un saludo, y gracias por visitar y comentar. Y al resto que lo lea, visitad su grandísimo blog: http://incompletas.blogspot.com/
ResponderEliminarUy, uy, que me sacas los colores :)
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