jueves, 9 de diciembre de 2010

Cartografía de un cobarde

Pensar que ya no puedes continuar esta batalla
es tu rutina favorita.

Ascender por las paredes se te antoja imposible,
claudicando ante los renglones
de los miles de raíces
que te aferran contra el suelo.

¿Cómo quieres que tus dedos
aspiren a rozar el cielo
si no ves más que el infierno
que creaste con tu mente,
si te creíste incapaz
de sustentar sobre tus brazos
los instantes materializados
de tu mundo de deseos?

Y te resignas a aceptar
esa falta de valentía
que convierte en pesimismo
las pequeñas abatidas.

Tus rincones desgastados te impiden esconderte,
mas crees que si cierras los ojos
ante la evidencia que te observa,
ésta dejará de verte
y podrás volver al pozo
donde no se escuchan las almas
pero tampoco se ven los gozos.

Si es eso lo que buscas, entonces adelante.
Si no, es momento de alzar las armas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario