viernes, 27 de agosto de 2010

Una nueva oportunidad

Era una noche fresca de finales de verano. Aquel profundo silencio sólo era invadido por el sonido del viento al acariciar las hojas de los árboles, y una cigarra que continuaba incansable su búsqueda. Tumbados, mirando al cielo, veían pasar el Universo ante sus ojos.

- ¿Cuándo llegamos a este lugar?

- No lo sé. Cuando quisimos darnos cuenta ya estábamos aquí.

- Es hermoso. Parece que el tiempo se ha detenido. Hace varios días ni siquiera podríamos imaginarnos que este mundo se abriría ante nosotros.

- Tienes razón. En ocasiones el destino toma caminos que no nos esperamos, pero que ansiamos en el fondo de nuestros corazones, aún sin darnos cuenta de ello.

- Pero no hace mucho tiempo, ambos nos encontrábamos en dos lugares muy diferentes que creímos eran nuestro paraíso. Finalmente no resultaron más que dos pequeñas prisiones de las que conseguimos escapar. ¿Cómo podemos estar seguros de que esta vez no será así?

- No podemos. Si lo estuviéramos, seguramente no sería tan especial.

- ¿Cuánto crees que durará?

- Es difícil decirlo. Quizá para siempre. O puede que tan solo unos segundos más.

- Bueno, ¿Qué más da? Disfrutémoslo hasta el último momento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario