viernes, 1 de abril de 2011

Ya lo ves

Ya lo ves.

No hay dudas ni miedos.
No hay temores ni lamentos.

Sólo una punzada en el pecho,
un latido en el corazón,
una caricia clavada en el origen del viento,
un susurro rozando suavemente los muros de contención.

Que ahora se derrumban,
no quieren seguir en pie, ya no lo necesitan.
¿Para qué? No hay nada que defender.

Hoy puedes pasar caminando,
reírme al oído,
crear ilusiones,
construir esperanzas.

No hay nada que defender,
pues no hay peligro.

Ya lo ves,
Hoy mi mundo está a tus pies.

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